Luego de perderse los dos primeros partidos en la reanudación del campeonato debido a una lesión, el domingo reapareció en la defensa Marcelo Ortíz en la derrota por 3 a 0 sufrida por el equipo correntino ante Guillermo Brown de Puerto Madryn. El zaguero reconoció que los rivales “con muy poco nos están convirtiendo goles cada vez que nos llegan”. 
“Defensivamente estamos sufriendo mucho; para nosotros los defensores, y más para el equipo, que nos conviertan goles en todos los partidos tiene que ver con el momento que estamos pasando”, señaló el jugador correntino.
Para Ortíz “son evidentes los errores, pero también la racha de lesiones” aseveró el futbolista, para agregar que debido a esto “el técnico no puede repetir la misma formación”.
“Tenemos cuatro o cinco jugadores que están lesionados, Nos pasó ayer (por el sábado) con Ricardone, yo que venía arrastrando una molestia, Fernando (Alloco) que se desgarró, la verdad que ahí atrás estamos sufriendo mucho, y sin que suene a excusa, es un sector muy importante, para un equipo que venía trabajando en la pretemporada de una manera y en el arranque del campeonato nos tuvimos que acomodar de otra”, ensayó a modo de explicación Ortíz.
Respecto a la frustración por no haber logrado el primer gran objetivo de este primer tramo del torneo, el defensor expresó que “la responsabilidad es pura y exclusivamente nuestra. Antes de que se reinicie el torneo estábamos adentro de la Copa Argentina, sabíamos que era un fracaso si perdíamos esa posibilidad, y lamentablemente fuimos perdiendo la confianza de a poco, en los últimos partidos de la pretemporada y los primeros partidos del campeonato”.
En tal sentido manifestó que “el partido anterior (derrota también como local, ante Santamarina) ya nos golpeó anímicamente. Era una gran posibilidad para levantarnos y ahora otra vez nos juega una mala pasada el resultado”. 
Ortíz expresó que ahora no queda otra que “seguir trabajando, tratando de sacar el amor propio y el orgullo de cada uno para poder ganar el último partido de local de la serie de tres que nos tocó”, que será el próximo domingo ante All Boys, “con el que necesitamos conseguir con urgencia un resultado favorable ya sea jugando bien o mal”, finalizó el correntino.

Tras el 0-3 ante Brown de Puerto Madryn, el técnico de Boca Unidos, Federico Domínguez, dijo en conferencia de prensa: “Tengo mucha fuerza para poder revertir y tengo las herramientas para hacerlo”.
El conductor táctico manifestó que el resultado “fue un golpe duro desde el lado futbolístico”, agregando: “Me hago responsable de la derrota”.
Domínguez señaló que el segundo gol recibido sobre el final del primer tiempo, al igual que ante Santamarina, complicó todo.
“Entramos en la confusión y tampoco lo pudimos resolver desde lo táctico”, explicó. Luego comentó que vio “un equipo que no le encontró la vuelta al partido”.
El técnico le atribuyó la merma en el rendimiento “a las lesiones producidas en la última línea. A partir de allí yo tengo que empezar a modificar, a retocar”.
En tal sentido, recordó que no pudo jugar un partido completo con los cuatro jugadores que considera titulares. “A partir de ahí, se hace muy difícil comenzar a dar respaldo desde atrás, porque los equipos se construyen de atrás para adelante”, indicó.
Además, señaló que tampoco puede contar con jugadores de experiencia como Gonzalo Ríos o Federico Nieto, quien estuvo la mitad de la pretemporada entrenando diferenciadamente.
“Acá somos concientes de la realidad que estamos viviendo, de ninguna manera nosotros visualizábamos este presente. Lo que sí, la realidad es que el once ideal que nosotros pensábamos en la pretemporada hoy no lo podemos contar”, expresó el DT.
La derrota de ayer dejó a Boca Unidos afuera de la Copa Argentina. “El objetivo no se ha logrado, nos duele, pero hablar hoy de fracaso es muy fuerte”, subrayó.
Domínguez dejó en claro que quiere seguir. “Tengo mucha fuerza para poder revertir y tengo las herramientas, esperemos poder contar cuanto antes con jugadores que sean titulares, porque al tener tantos lesionados se hace muy difícil y cuesta arriba los partidos”. 
“Estaba muy ilusionado con el buen arranque y el buen final del año pasado. Lamentablemente, el once ideal nunca lo pude plasmar en cancha y de esta manera se hace muy difícil”, finalizó.

Fuente: El Litoral

Fuente: Rubén Poletti /rpoletti@ellitoral.com.ar

En otra decepcionante actuación, Boca Unidos cayó ayer en Corrientes frente al puntero, Guillermo Brown de Puerto Madryn. El resultado dejó al local con las manos vacías por segundo partido consecutivo y, también, afuera de la Fase Final de la Copa Argentina 2017, a la que ingresan los mejores 12 equipos de la tabla de posiciones al término de la primera rueda del campeonato de la B Nacional.
El partido se jugó en la tarde de la víspera en el estadio ubicado en el Barrio 17 de Agosto, y correspondió a la vigésima tercera fecha del principal certamen de ascenso argentino.
Con cinco modificaciones en la formación respecto a la derrota del miércoles pasado ante Santamarina de Tandil, el técnico Federico Domínguez pretendió lavar la imagen y lograr una recuperación frente al conjunto patagónico. Nada de eso ocurrió, y a pesar de que ayer volvieron al equipo titular Marcelo Ortíz y Germán Herrera,  Boca Unidos fue más de lo mismo.
El equipo careció de juego asociado y no tuvo profundidad ni efectividad en ataque; mientras que en materia defensiva perdió la lucha en la mitad de la cancha, y en el fondo cometió distracciones que se transformaron en goles.
La única acción de riesgo que creó el local en el primer tiempo fue luego de una buena habilitación del “Malevo” Ferreyra (jugó ayer de doble cinco junto con Martín Fabro) para la proyección en velocidad de Herrera, quien no se animó a enfrentar al arquero Mehring, prefiriendo buscar el ingreso de Valsangiácomo por la derecha, rebotando finalmente la pelota en un defensor que cerraba.
A partir de los veinte minutos, la pelota pasó a ser dominada por la visita, que ganó la pulseada en el medio y, con tranquilidad, fue acercándose al arco adversario, buscando el error del rival.
Luego de un córner cedido por Ortíz, quien se interpuso al remate de Mosca, que le ganó un mano a mano al arquero Ojeda, llegó la apertura del marcador. Rivadero habilitó a Bauman, que le ganó las espaldas a Morales, rebotando su remate en el vertical izquierdo y quedándole servida la pelota a Figueroa, quien increíblemente sólo a metros de la línea de gol empujó la pelota a la red.
Boca Unidos no supo cómo reaccionar. El único que buscó desequilibrar fue el pibe Miño, que tuvo que recurrir más de una vez a su riqueza técnica y velocidad porque no encontró con quien dialogar. 
Para muestra vale destacar que Valsangiácomo jugaba más afuera que adentro del área, Ramírez tras un par de incursiones iniciales, luego ya no pisó más los 16.5 metros, los intentos de Herrera se frustraban antes de llegar a esa zona, mientras que Fabro estaba más ocupado en la recuperación que en la creación.
Al igual que ante Santamarina, sobre el final de la etapa, Brown de Madryn pegó el segundo cachetazo. Boca Unidos desaprovechó un lateral a favor, y luego que la pelota pase a manos del rival, cedió un tiro de esquina. El córner fue ejecutado por Strada, encontrando libre por el segundo palo a Morales, quien tuvo tiempo de parar con el pecho, levantar la cabeza y apuntar a la cabeza de Figueroa, quien le ganó en el salto a su marcador para poner el 2 a 0.
En el inicio del complemento, el DT local dispuso los ingresos de Ross y Nieto en lugar de Ramírez y Miño, respectivamente, tratando de lograr un golpe de efecto.
El Aurirrojo estuvo cerca de descontar en anticipo ofensivo de Nieto a Mehring, que Caballero se encargó de abortar, y un tiro libre indirecto dentro del área del “Malevo” que rebotó en la humanidad de Strada, quien se interpuso en la trayectoria del balón.
El golpe de gracia lo dio precisamente Strada. El mediocampista cobró impecablemente un tiro libre, luego de una falta cometida por Pérez a centímetros de la línea del área grande, para colocar la pelota en el ángulo superior izquierdo del arco de Ojeda, que fue un espectador de lujo debido a la gran pegada del jugador visitante.
Brown de Puerto Madryn, que ganaba 3-0, se retrasó y buscó lastimar de contraataque. Cerca estuvo de hacerlo en varias réplicas, en las que incluso contó con superioridad numérica.
En la más clara del local en la segunda parte, Ferreyra recogió un rechazo del arquero para sacar un zurdazo alto que Mehring tapó de gran forma, evitando la caída de su arco.
Boca Unidos volvió a perder de local, no convirtió y le marcaron tres veces, quedándose afuera de la Copa Argentina, pero lo más grave es que no encuentra ni el equipo ni el sistema de juego para salir a flote.

 0-5 goles