Caída en un tobogan

Posted by EyM Sports on lunes, marzo 27, 2017

El equipo aurirrojo cayó ayer en Corrientes ante All Boys 1 a 0 y completó los tres juegos consecutivos que tuvo de local con otras tantas derrotas. El curuzucuateño Maximiliano Salas se vistió esta vez de “verdugo”, al señalar en el segundo tiempo el único gol del partido.   
Rubén Poletti
rpoletti@ellitoral.com.ar
La historia volvió a repetirse. Como frente a Santamarina de Tandil (0-2) y Guillermo Brown de Puerto Madryn (0-3), Boca Unidos no pudo marcar y le convirtieron. Ayer el que le ganó fue All Boys, que lo derrotó 1 a 0 y lo dejó con las manos vacías al cabo de tres encuentros consecutivos de local, un record sin precedentes del aurirrojo en los torneos federales.
De esta manera, el equipo “albo” se tomó revancha de la caída sufrida en el inicio del campeonato de la Primera B Nacional, temporada 2016/17, cuando Boca Unidos ganó 1 a 0 con gol de Michael Hoyos, triunfo que por otra parte fue el primero ante All Boys en el historial de enfrentamientos entre sí, y también el único que cosechó de visitante hasta el momento en el certamen.
Con un equipo más lógico, si se quiere teniendo en cuenta la racha de lesiones que atraviesa, y también más equilibrado, el local salió a imponer condiciones con un esquema de cuatro defensores, tres mediocampistas, un media punta y dos atacantes netos.
Los dirigidos por Federico Domínguez insinuaban cada vez que la pelota partía hacia el chileno Ross, quien en el tramo inicial del juego le ganaba el mano a mano a su marcador.
Así llegó la primera aproximación. Ross desbordó por izquierda y lanzó un centro que pasó entre varias cabezas para caer del otro lado en los pies de Fabro, quien dejó desairado al arquero Losada, pero éste se recuperó en gran reacción para quedarse abajo con la pelota, en una jugada que podía haber acarreado peligro para el arco visitante.
All Boys, que entró a ver qué pasaba, lentamente comenzó a hacer pie en el campo, con Vázquez erigiéndose en el distribuidor del juego y Vega ganándole seguido las espaldas al “debutante” Villoldo.
El local comenzaba a volverse un equipo cada vez más “largo”, y para colmo, cuando el rival atacaba le cedía el terreno y se recostaba peligrosamente en cercanías de su área.
Esta situación no fue aprovechada por los dirigidos por “Pepe” Romero, que también tenían problemas a la hora de profundizar el juego y acercar peligro, más allá de la presencia inquietante del “tanque” Rivero.
Sánchez Paredes mostró el camino con un quite y remate de unos 30 metros que se fue ancho.
En el mejor ataque del dueño de casa, Núñez recibió recostado por izquierda, levantó la cabeza y metió el pase preciso para la llegada por el segundo palo de Miño. El juvenil, quien no se decidió a rematar al arco, cedió hacia el medio para Ross, quien con un defensor que lo descolocó un poco, ensayó un remate defectuoso, volviendo la pelota hacia el mercedeño, quien sorprendido y fuera de distancia, la tocó como pudo, saliendo la pelota al lado del vertical izquierdo, salvándose el arco visitante.
En la única chance concreta de All Boys en el primer tiempo, Piergiácomi recibió dentro del área, y de media vuelta sacó un potente disparo que Ojeda rechazó.
Antes de que se vaya la primera mitad, Mateo Ramírez suplió a Martín Fabro, quien debió retirarse lesionado a raíz de un choque de cabezas con Emir Faccioli.
En la primera acción de riesgo del complemento triangular bien Núñez, Miño y Ramírez, pero el centro de este último no pudo ser desviado por Ross.
Contestó All Boys, a través de una buena acción de Vázquez, quien con el “callejón” central despejado avanzó unos metros y antes de llegar a la media luna del área la picó ante el achique de Ojeda, yéndose la pelota muy cerca de la base del palo derecho del arco correntino.
Boca Unidos estuvo muy cerca de ponerse al frente del marcador en una acción iniciado por Villoldo. El defensor buscó con un centro que Núñez le bajó magistralmente de cabeza para el ingreso por la izquierda de Miño, pero Losada, rápido de piernas, tapó el zurdazo, que tenía destino de red.
Tras esa acción, el técnico Romero dispuso una variante que fue determinante. Ingresó Maximiliano Salas y se retiró Dal Casón. El curuzucuateño avisó con un zurdazo de media vuelta que Ojeda puso contener en dos tiempos.
Enseguida, y de un lateral, llegó el único gol del partido. Martínez jugó para Rivero, quien bajó para Salas, que a pura “explosión” ingresó al área, trabando fuerte abajo con Ortíz, para quedarle el rebote y vencer la salida de Ojeda con un zurdazo bajo que traspuso la red tras dar en la parte interior del caño derecho del arco.
Todavía Boca Unidos no se recuperaba del golpe, cuando otra vez Salas, esta vez desde el sector derecho, volvió a probar con un fortísimo zurdazo que pasó muy cerca del palo izquierdo.
Echando el resto con el ingreso de Federico Nieto por el pibe Godoy, para sumar un tridente de ataque con Núñez y Valsangiácomo (entró por Ross), Boca Unidos intentó al menos el empate.
Tuvo dos situaciones muy claras para empatar el conjunto correntino. Un tiro libre del “Malevo” Ferreyra fue peinado por Ariel Morales, rebotando la pelota en la base del poste derecho, cuando la pelota ya había superado a Losada. El rechazo corto fue tomado por Miño, quien pisando el área sacó un derechazo que el arquero controló en dos tiempos.
Al partido le quedó la impotencia evidenciada por Boca Unidos para ir por la igualdad, y una nueva acción de Salas. El delantero, que en los minutos que jugó fue pesadilla para la defensa correntina, recibió a la salida de un tiro de esquina, dejando rivales en el camino en base a su potencia y cediendo esta vez hacia atrás para la llegada del ingresado Ceballos, que pisando el área remató a colocar, perdiéndose la pelota muy cerca del horizontal.
El resultado adverso volvió a repetirse, y por tercera vez consecutiva en condición de local, lo que lo hace más duro y alarmante, ya que la mejoría evidenciada a fines del año pasado llegó haciéndose fuerte “en casa”.
Boca Unidos volvió a perder, sigue retrocediendo posiciones y alejándose de los puestos de ascenso sin poder detener la caída.
Fuente: El Litoral